Mamás
y papás, como
viene siendo tradición en nuestro cole, el pasado 20 de noviembre celebramos el
Día Internacional de la Infancia. A lo largo de la semana hablamos de todos los
derechos de los niños pero, como no podía ser de otra manera, haciendo honor al
nombre de nuestra clase, Malala, nos centramos en el derecho a la educación de
todos los niños y niñas de cualquier parte del mundo. Por eso, decidimos hacer una mochila de papel
y estampar en ella nuestras huellas digitales de colores, símbolo de nuestro compromiso
con este derecho fundamental.
También, ese día, intercambiamos regalos con nuestros amigos de la clase vecina, que
tienen cuatro años y son muy simpáticos. Nos recibieron en su aula y allí nos
saludamos, nos presentamos y nos dieron un regalo: una tarjetita con dibujos
titulada: “derecho a la educación”. Además se ofrecieron a enseñarnos cosas que
no sepamos.
Nosotros
les hicimos un maravilloso regalo: la silueta de nuestras manos con nuestro
nombre rotulado dentro. Con ello hemos querido simbolizar que tendrán nuestra
mano tendida siempre que lo necesiten: para levantarse cuando se caigan, para
consolarlos cuando lloren, para acompañarlos cuando se sientan solos… ¿Te echo
una mano? ¡Cuenta conmigo, amigo!
Más
tarde, en el patio, hicimos una celebración y puesta en común. Cada clase
aportó su trabajo y nosotros hablamos de Malala y de su lucha por el derecho a
ir a la escuela de niñas y niños y ¡mostramos orgullosos nuestra mochila!
Por
si fuera poco, ese día también nos visitó María, abuela de nuestro amigo Arturo,
que nos contó un cuento precioso: “Los tres cerditos”, con tanto mimo y cariño
que nos enamoró a todos.
Tenemos
la suerte de vivir en un país en el que tenemos garantizado el acceso a
servicios básicos como la educación o la sanidad. Días como éste nos recuerdan
que todas las personas no tienen la misma suerte y nos conciencian, desde
pequeñitos, de la necesidad de trabajar, cada uno en sus posibilidades, por un
mundo más justo.
Poder ir a la escuela es un algo maravilloso, de ahí que maestros, padres y niños,
debamos exprimir al máximo cada día que pasamos en ella. Así debe ser, y así lo
hacemos.
Saludos
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